Se hace complejo resumir tantos años y experiencias vividas en tan solo un relato y, más complejo aún, elegir por dónde empezar... Así que empezaré por cómo descubrí CECAP, sin saber aún todo lo que significaría en mi vida y la importancia que iría tomando a lo largo de los años...
Ya ha llovido desde aquella formación, en 2008, que se llamaba “Educación Sexual para personas con Minusvalía”, donde un profe muy alto, llamado Andrés, desmontaba con total normalidad un tema tabú como son las necesidades y derechos, de cualquier persona, al margen de su situación y capacidad. Para aquel entonces, estaba centrada en seguir formándome, pero un buen día, Andrés nos comentó el proyecto que habían creado, su metodología y el deseo de poder replicarlo y hacerlo llegar a las familias de zonas rurales. Así que, sin pensarlo, me apunté al proceso de selección donde conocí a mi compañera, María José, ¡y desde entonces...han pasado 16 años!
El tiempo pasa volando cuando estás en buena compañía. Esa es la suerte que he tenido, la de rodearme de buenos/as profesionales, de los que he aprendido y sigo aprendiendo, y sobre todo de buenas personas.
Empezamos en la localidad de Los Yébenes, (me es complejo escribir en singular, ya que, con Marijose he compartido todas estas andanzas…pero lo intentaré). Como os decía, en Los Yébenes, me acogieron con muchísimo cariño y, a pesar de mi inexperiencia, las familias, participantes, compañeros/as y ayuntamiento, me trasmitieron la confianza necesaria para poder crecer tanto laboral como personalmente.
Ha habido cambios y aprendizajes continuos desde aquel marzo de 2008, hemos pasado de hacer informes en Word a tener nuestra propia herramienta tecnológica MIRED, pero la esencia no ha dejado de ser la misma: capacitar y apoyar en entornos normalizados. Algo que parece tan obvio hoy en día, para aquel entonces, hizo crujir más de un cerebro, sin embargo, conseguimos hacernos entender.
Iniciamos el proyecto CECAP Yébenes con tan sólo cuatro participantes y hoy en día, junto con nuestra compañera Alba, tenemos la suerte de poder apoyar a más de 20 familias, en diferentes municipios de la comarca de los Montes de Toledo, (Orgaz, Mora, Sonseca, Madridejos, Consuegra, Urda…) donde, en cada uno de ellos, me siento apadrinada por todos aquellos con los que comparto el día a día.
Dieciséis años dan para mucho y, entre tanto, hemos pasado hasta una crisis económica, en la que tuvimos que aprender a reinventarnos y arrimar el hombro. Fue ese momento, en el que tuve la oportunidad de conocer a fondo el Área de Capacitación Laboral y Emprendimiento, su trabajo y como no, a unas grandísimas profesionales. Desde entonces, el mundo empresarial es el contexto en el que me muevo a diario, aportando mi granito de arena, a los objetivos laborales de cada una de las personas con/para las que trabajo.
Así que, si ya pensaba que teníamos el escenario completo para capacitar, utilizando cualquier momento y lugar en los entornos normalizados: tomando un café, haciendo la compra, dando un paseo, ... Fue entonces cuando completé el puzle, descubriendo el escenario laboral, donde se pone a prueba el trabajo de todo el equipo y familia, donde las diferentes áreas y departamentos quedamos expuestos en un entorno exigente y, a la vez, muy enriquecedor para participantes y toda la red.
Espero haber podido trasmitir, al menos en parte, lo que significa para mí participar de este gran proyecto en el que, cada pequeño detalle, conforma una pieza muy importante para lograr los derechos de cada una de las personas con las que trabajamos.
Me voy despidiendo, y, como no espero ganar un Oscar algún día, aprovecho este momento para agradecer públicamente a mis padres, familia, mi amor, amigos/as, todos los compañeros/as que estáis o habéis estado en CECAP, por vuestro apoyo y cariño a lo largo de tantos años, por haber aportado vuestro granito de arena en mi crecimiento personal y profesional.
Y por supuesto, los mejores para el final, a participantes y familias, protagonistas de esta historia, muchas gracias por dejarme participar de vuestras vidas y confiar en mi trabajo diario. ¡Espero poder compartir muchos más momentos juntos!