Alvaro ha podido disfrutar así de una clase práctica en un ambiente totalmente normalizado, después de meses en los que ha practicado esa actividad en solitario con su monitora de apoyo.
En todo momento se ha mostrado altamente motivado y ha conseguido las habilidades en la práctica de ese deporte, requeridas por su monitora como al resto de los miembros de la clase de natación.
Al igual que Alvaro, otros participantes de la actividad de piscina iniciarán en breve su paso a un grupo normalizado de práctica deportiva.