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Una actividad que tuvo que aplazarse en su día debido al mal tiempo pero que finalmente pudo realizarse el pasado fin de semana. Desde el primer momento de la mañana los asistentes se tuvieron que enfrentar a nuevas experiencias dado que para acceder la zona de escalada hubo que hacer un poco de deporte y esforzarse.
Pero todo mereció la pena. La escalada en roca ha sido una gran experiencia para todos. En algunos casos el esfuerzo de superación pudo con el vértigo y el miedo. Después de comer, visitamos el Castillo de las Peñas Negras, un bonito lugar desde el cual pudimos ver todo el horizonte verde y lleno de olivos. Las fotos hablan por si solas. Una salida de 10.