La excursión era posible gracias a la financiación de la Fundación La Caixa y comprendía el alojamiento en un hotel de Almonte, la visita a la imagen de la Virgen del Rocío, en la iglesia de Almonte, ya que los próximos siete años permanecerá en su ermita de la aldea de El Rocío, así como la experiencia de conocer la gastronomía de la zona y bailar sevillanas.