Para Victor Mateo "el trabajo dignifica y yo soy una persona como cualquiera". Lo dice mientras recorta unas plantas en los jardines del Alcázar. Tiene 31 años y es de Borox, desde el pasado mes de febrero realiza un voluntariado formativo en el Museo del Ejército, gracias a un “convenio de colaboración para la formación para la mejora de la empleabilidad de personas con especificidad”, suscrito entre el general director de la institución museística y el presidente de Grupo CECAP.
Victor tiene a Remigio, jardinero en plantilla, como apoyo natural y Rocío, capacitadora laboral de Grupo CECAP, como profesional de referencia en su proceso de capacitación laboral.
Al igual que Victor, Angela López de Vera (19 años, de Fuensalida), está formándose como auxiliar de guía turística en el propio Museo del Ejército y como aquel tiene al brigada Prados como apoyo natural. Victor y Angela son dos ejemplos de jóvenes en proceso de capacitación.